viernes, agosto 12, 2011

Cantinflas: Cien años del creador de la más compleja tesis atómica.

Ni modo, cien años de Mario Moreno Reyes, o sea, como aquel que dice, pos ahistá. Para que después no haya confucciones, el 12 de agosto de 1911, a la brava, en la Ciudad de México nació, eso sí, unos añitos antes de la primera gorra mundial, aproisimadamente por la época de la Toma de la Ciudad Juárez, que para los malaideados no fue una pisteada con tequilitas, que como ya se sabe el tequila no tuvo inflatulencias en la creación de los chilaquiles, porque ahorita, pos no, que cuando uno viene y le dice a usted que Cantinflas trabajó en circos y que luego se metió en el cine, pos cualquiera se mete en el cine, a todo dar si tiene amistad con la señora de la taquilla, que la vieja ya no está como para echarle los perros, pero ni modo. Que si se le da un aire, así como quien dice un ventarrón, al Che Guevara, no hay que ofender, jóvenes... Lo difícil es ser inmortal mi chato, que como el nombre lo indica, o séase, hacer la valona, el sufijo “in”, que está delante del crucifijo “in-dicar”, es como estar in-apetente delante de un mole poblano, y ahí está el detalle, porque Mario Moreno Reyes, poblano como el mole, hasta el gorro y embistiendo de pelado, órale, amolado como el pueblo mexicano, se plantó como diciendo me vale madre, no me muero y está cañón, pero Cantinflas siguió sobre todo, o gabardina, vivito y coleando y escuincle eterno en blanco y negro. Porque así son los angelitos blanco y negros, que con el desmadre de las herencias, los hijos adoptivos y los defectos, pos sí, cuando pasa una centuria o como aquel que dice una penuria de átomos, citando la discursia apologenética apócrifa: “partículas indiferentes, verdad, que al rozarse vienen haciendo una fuerza que pudiéramos llamar, mas bien, porque, mire usted, son cositas pequeñísimas ¿verdad?, que una vez conjuntas es la palabra, la palabra lo dice, la apotología de la palabra, por ejemplo dinamita…"
La apotología de las palabras nos sigue salvando del deshonor. O sea, a güevo.
_

Fragmento de Soy un prófugo (1938) donde explica al chino Herrera su compleja teoría sobre el átomo. Un artículo escrito por Guillermo Cabrera Infante, Cantinflas, que te inflas, publicado en 1993, retrata al comediante en contexto y humanidad, virtudes y defectos.

1 comentario:

Eufrates del Valle dijo...

Fisicamente no se te parece Cantinflas a Che Guevara? Yo los veo igualitos...