Las turbas paramilitares no fueron avisadas con tiempo. El verdadero pueblo habanero se agrupó, con discreción pero con evidente solidaridad, delante de la escalinata del Capitolio Nacional, donde cuatro mujeres se plantaron, cartel en mano, a pedir libertad y democracia para Cuba.
Contrariamente a lo que el gobierno pretende hacer creer, nadie sino alguna transeúnte castrista solitaria que siguió camino presurosa, un seguroso oficial y muchos policías uniformados, se opusieron a la protesta, que duró 40 largos minutos sin que la masa de congregados casuales se expresase en contra de ellas, ni las llamase “mercenarias”. Si acaso los gritos fueron claros en contra del policía de civil que intentó removerlas sin éxito.
Cuatro mujeres, según puede verse en el vídeo divulgado por Hablemos Press, consiguieron llamar la atención de la gente, y demostrar que los cubanos (al menos las cubanas bravías) ya no son tan serviles ni tan apáticos ante la terquedad de unos dictadores que siguen sumiendo al país en el caos y la ausencia de esperanzas.
Sara Marta Fonseca, Tania Maldonado, Odalys Sanabria y Mercedes Evelyn García sostuvieron un cartel condenatorio en lo que antaño fuese el corazón de la República. Sintieron el pulso de un pueblo habanero todavía cauteloso, pero mucho menos indiferente que antes.
Gracias a estos 40 minutos de ovarios, ahora estamos más cerca de la explosión popular que comenzará ese duro proceso hacia la democracia en el archipiélago cubano.
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1 comentario:
Que excelente titulo el de este post!
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