miércoles, octubre 27, 2010

El pobrecito héroe Antonio Guerrero.

_

Silvio Rodríguez sigue extendiendo sus desatinos en la red. Hace apenas unos días posteó en su blog la carta del espía Antonio Guerrero a sus amigos, desde la prisión de Florence y con motivo de su cumpleaños. El trovador aparentemente no se percató de que, lejos de hacer propaganda anti yanqui – que es lo que se supone haga desde su espacio de reafirmación estalinista – expuso al mundo la enorme diferencia entre las condiciones carcelarias (al menos para presos políticos de excepción) de los Estados Unidos y de Cuba.


Esta publicación coincidió con las apariciones en la televisión floridana de uno de los ex agentes de la red Avispa, alguien que dejó muy claro que los “cinco héroes” no sólo husmeaban en las organizaciones opositoras de Miami (probables promotoras del terrorismo contra el pueblo cubano), sino que tenían misiones explícitas de penetrar objetivos militares norteamericanos.

.

Pero veamos algo de esta joya epistolar:


“En cuanto abrieron las puertas fui directo a chequear los correos. Eran 13, algunos con varios pegados, así que el total llegaba casi a los 20 mensajes”, cuenta Guerrero, y más adelante escribe: “Mi plan era terminar una pintura en acuarela y lo logré ya pasado el mediodía, trabajando toda la mañana en ella (…) Cuando llamé a mi hijo Tony estaba en una actividad en la Habana Vieja, donde a coro me cantaron felicidades. Luego pude hablar con mi madre y hermana que estaban en Matanzas (…) No he podido responder todos los mensajes. Creo que merecía un ‘descansito’. Me retiré temprano…”


Leyendo hasta ahí, ya sabemos que el espía – condenado por delitos graves y más que probados – tiene acceso libre a internet y al teléfono, que puede pintar una acuarela toda la mañana como si estuviese en San Alejandro y retirarse a descansar si ello le apetece.


Cuando está todo el mundo dentro de la Unidad de Dormitorios es casi como un manicomio, unos gritan por el fútbol americano y otros por el otro fútbol, el balompié (…) Los más pacíficos quizás ven una película o juegan a las cartas o al ajedrez.


Uno de los causantes de la voladura de dos avionetas civiles en aguas internacionales tiene, entre sus condiciones carcelarias, la posibilidad de ver deportes, películas o distraerse con juegos de mesa.


Pero ya cuando escribe “Me puse a leer, como todas las noches, sobre las 9 p.m. Leí muchas informaciones de Cuba y del mundo, y algunas de las recientes Reflexiones de Fidel…”, es fácil deducir que no sólo tiene acceso a la información global, sino también a aquella a la cual sus aprehensores podrían catalogar de “enemiga”. No puede esconder su bienestar cumpleañero cuando, casi a punto de dejar un poema – que de tan horripilante al propio Silvio le sería muy difícil musicalizar – escribe: “Hay muchas maneras de pasar un día feliz y de dormir tranquilo. Así me sucedió ayer.


Antonio Guerrero, desde su Camp Rock de Florence, purga su condena con una benevolencia que los carceleros cubanos nunca tuvieron con sus prisioneros políticos. Para las inevitables comparaciones, ni siquiera me voy a regodear en la detención de Alan Gross, el supuesto espía norteamericano que desde hace casi un año permanece aislado, sin cargos, sino que voy a citar la carta de un connacional, un prisionero político nuestro, confinado desde la primavera del 2003 por ejercer el simple derecho de la libre expresión. La carta fue escrita en el 2009, curiosamente por su cumpleaños, como en el caso de Guerrero, aunque de puño y letra, no en ordenador como aquel, y en ella decía a su esposa:


“(...) en la cárcel castrista de Pinar del Río (Kilo 8) estuve al borde del enloquecimiento por el aislamiento torturante en un medio agresivo de reos enfermos mentales, sin visitas familiares, sin alimentos, sin ropas, durmiendo y escribiendo en el piso con un mochito de lápiz, sin luz, todo lo hacía en el piso, también usaron la burla de que me convertiría en un japonés, gracias a Dios mi Fe se aumentó aun más para continuar la obra humanitaria que también realizo desde la cárcel.”


Es un hecho que Silvio no podría postear, ni aunque así lo quisiera, los correos electrónicos de tantos presos políticos que quedan tras las rejas – como Biscet, encerrados aún, por negarse a ser deportados – pues las condiciones en las que sobreviven los disidentes hermanos distan mucho de la “crueldad” con la que el imperio trata a los “cinco héroes”, y muy lejos están de aspirar a recibir o contestar e-mails, llamar por teléfono a cuanto familiar deseen (que tengan además, celulares para recibir sus llamadas), pintar acuarelas, mirar ESPN, jugar cartas y acostarse temprano a leer El País.


Al menos conmigo no funcionó la lástima que Silvio quería que sus lectores sintiesen por el pobrecito héroe Antonio Guerrero.



_

domingo, octubre 10, 2010

Lo que no entiende Hu Jintao.

_
La paciencia de Jonas Gahr Støre, ministro noruego de asuntos exteriores, debió haber sido más china que la del propio Hu Jintao, dictador de turno en el Zhongnanhai, cuando le tocó responder a las amenazas de ruptura por parte del gobierno comunista, a raíz de la entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo.
.

Mientras en nuestra patria el diario Juventud Rebelde se encargaba de demeritar infantilmente a Vargas Llosa por el premio de literatura – y hasta cierto talibán especulaba, más mongólicamente todavía, que los arreglos políticos del comité harían que el año próximo le dieran el Nobel al “terrorista” Montaner – en China se lo tomaban muy en serio, llegando incluso a amenazar al gobierno noruego con romper relaciones bilaterales.

.

Jonas Gahr Støre, alguien que, aunque no estudió ni taoísmo ni confucianismo, parece ser un señor decente y equilibrado, respondió con algo que, bien mirado, habría de ser muy difícil de asimilar para un mandatario totalitario: "Hemos dicho todo el tiempo que hay una clara línea entre un Comité independiente y el Gobierno noruego. Deben entender que así funciona nuestra sociedad"… Tan sencillo como eso. El gobierno noruego no tiene ninguna jurisdicción sobre el comité que entrega el premio Nobel de la Paz (ni siquiera cuando lo patrocinan el ayuntamiento de Oslo y el parlamento noruego, a diferencia de los que entrega la academia de Suecia) , pero como en países como China o Cuba cada premio que se otorga debe tener el visto bueno del Partido Comunista, vaya, no les parece lógico que Liu Xiaobo fuese galardonado con un Nobel de la Paz sin que mediaran macabros intereses políticos por parte del gobierno de Jens Stoltenberg.

.

Imaginemos que un día este mismo comité le otorga el mismo premio al doctor Elías Biscet, disidente y preso político cubano. Si le quitaron el mérito a un descomunal novelista como Mario Vargas Llosa, orgullo latinoamericano, lo más probable es que, en esa hipotética situación, acusen a Noruega de complicidad con la CIA y de ser mercenarios asalariados del imperialismo y la mafia de Miami. Los Castro, a fin de cuentas, tienen muchas menos probabilidades que Hu Jintao de haber leído alguna vez el Tao Teh King.

_