Ángel Santiesteban, hombre decente y escritor reconocido, caballero masón de literatura premiada en concursos como el Juan Rulfo, el Casa de las Américas o el Alejo Carpentier, está siendo en estos momentos víctima de una conspiración platanera, una mal armada intriga con falsas acusaciones para meterlo en la cárcel con una condena de al menos 50 años. Ángel ha sido, durante buen tiempo, una de las voces intelectuales de dentro de Cuba que mejor ha sostenido la crítica abierta a la dictadura, haciéndolo desde su blog, Los hijos que nadie quiso, con el especial aderezo de su talento narrativo.
No han podido relacionarlo con alguna organización opositora, con la CIA o con la USAID. No pueden situarlo recibiendo fondos del “enemigo” para que el calificativo de “mercenario” tuviese algún peso en las maniobras de desprestigio mediático, y por ello han recurrido al plan alternativo de acusarlo, sin una sola prueba y con la complicidad de una ex esposa resentida, de cargos tan coloridos como violación, robo, intento de homicidio, amenaza, asedio, lesiones y atropellar a un menor en la vía pública.
Es difícil creer que alguien como Ángel Santiesteban pueda haber cometido tantos delitos de una sola vez, pero tratándose de un sistema judicial como el nuestro, que fabrica causas, testigos y condenas como guiones malos de Día y Noche, más bien habría que extrañarse de por qué no está siendo también acusado de proxenetismo, evasión de impuestos, magnicidio, secuestro, estafa o acoso sexual a las ardillas del Zoológico Nacional.
Mientras este kafkiano proceso continúa, un policía retirado sigue suelto en Mantilla después de haber asesinado de un disparo a un niño de trece años por robar mamoncillos en su patio, un dirigente de los CDR en Guantánamo manda a un opositor para el salón de operaciones después de agredirlo con un machete, sin consecuencias hasta el momento, y después de varios meses aún nadie ha respondido por el asesinato a palos de Wilfredo Soto García en el parque Vidal, de Santa Clara.
La lógica indica que, con tan débiles recursos acusatorios, es probable que los cargos imputados a Ángel sean retirados en algún momento. Pero como con las autoridades cubanas la lógica no siempre funciona en forma rectilínea, será mejor que nos mantengamos atentos a lo que pueda ocurrir en los días venideros con este querido compatriota nuestro, escritor y caballero disidente.
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miércoles, agosto 10, 2011
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4 comentarios:
La ex-mujer se llama Kenia Rodríguez, trabaja en la Agencia Cubana de Rock y le debía a Santiesteban el haberse hecho persona desde que era gastronómica en La Güinera, hasta que la ayudó a ser productora de espectáculos. La agencia de rock es una de esas instituciones que aparentan ayudar a músicos marginales y en realidad lo que hacen es controlarlos y manipularlos a favor del régimen. Ella es una pieza más, un alma perversa más que es usada por el aparato para silenciar al hermano Ángel.
Hola Rodrigo, mi nombre es Laura, soy hermana de Angel, como tu. El nombre completo de Kenia es Kenia Rodriguez Guzman y hay que decirlo fuerte y completo porque ella esta empatada con el agente Pablo para joder a Angel. Estas son las cosas que hay que decir.
ve al mas reciente post de Angelito y ahi hay mas detalles.
Saludos.
Donde estas en FB?
Gracias a ti, Laura, y al anónimo por la información. Sí, creo que nunca será suficiente para denunciar y luchar, cuando menos diciéndolo a quien lo quiera oír, a ver si la locura se detiene en algún momento. Sobre el post más reciente de LHQNQ, me parece que ha sido una excelente decisión acudir a Vallín, que ya ha demostrado que se le puede parar bonito a las autoridades, sacudiéndoles en la cara sus propias leyes. Voy a buscarte en FB, que seguramente te hallaré entre los amigos de Camilo Venegas, que fue por quien conocí a Ángel. Saludos.
Es todo tan macarrónico que nadie lo puede creer, mi solidaridad con el escritor. Wi estás perdío'
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