domingo, marzo 06, 2011

Maria do Carmo Guevara o La Comparsa del Guerrillero Heroico.

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Una carroza de carnaval es lo que va quedando de la homérica simbología cubana revolucionaria. Encima de la carroza, no muy grácil para el samba pero con el ADN preciso, la señora del destino. Aleida Guevara, hija del ícono más vendido de la Nueva Era, pediatra de cincuenta años, nacida y criada en Cuba pero con acento argentino, pregonera del gobierno cubano en el mundo, ha llegado a la cúspide del sueño izquierdista, montada en un tanque de cartón y llorando de dicha ante una multitud ebria de gozo y cachazinha.

Los gozadores de una escuela de samba de Florianópolis la convocaron a través de la solícita embajada de Cuba en Brasil, y así apareció ella, lista a encabezar un desfile de carnaval, vestida con la bandera de Cuba y rodeada de imágenes alegóricas a la historia de la revolución, entre ellas un busto de Martí y el escudo nacional cubano recholateando entre tambores y fuegos artificiales.

La señora del acento argentino que vestía con nuestra bandera, lucía feliz de ser el centro de atención en el más pueril de los mitines revolucionarios. Los huesos de su difunto padre – en Santa Clara o en algún lugar de Bolivia, donde sea que estén – debieron sacudirse de tanto encabronamiento. Unos cuantos millones de camisetas y boinas vendidas a costa de su violenta utopía, pase. Pero la hija obesa encaramada en una carroza, rodeada de comparsas verde olivo, tirando a jodedera tantos muertos, tantas generaciones embobecidas con el cuento de la redención comunista… Eso sería demasiado para el austero carnicero de La Cabaña y sus manías de humildad.

Un buen tema que nunca se debatirá en la Mesa Redonda de la televisión cubana y unas fotografías difíciles de creer que jamás saldrán publicadas en el periódico Granma.

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3 comentarios:

Ana Zilma Miranda dijo...

Te lo copio, lo taggeo y ojalá lo leyera la misma gorda amorfa....

Tenchy Tolón dijo...

Es que leo la noticia, veo las fotografías y ni lo puedo creer, tan bajo hemos llegado. Y lo que es peor... la pagan a peso de oro y con el peso que carga... yatusabe'
Pero del mal el menor, el Sambódromo de Río de Janeiro tiene mejor gusto jejej, Florianópolis y su carnaval provinciano volvió a quedar en entredicho.

Anónimo dijo...

Papelasera descará, no seremos como el che