En momentos en que el esperado Viernes de la partida ya se acaba para los egipcios sin que Mubarak ceda un milímetro en su tozudez, cuando ya va quedando claro que los supuestos “partidarios” del gobierno no eran sino turbas de policías vestidos de civil, me tropiezo con un vídeo filtrado desde Cuba, con la conferencia de un especialista en cibernética para los oficiales del Ministerio del Interior. El material, grabado con dos cámaras y switcher, es de los típicos entrenamientos audiovisuales para cuadros del propio ministerio y del partido comunista, compaero. Alguien lo sacó de Cuba y ahora es posible pasar un ojo, de primera mano, a la manera de pensar del aparato represivo cubano, a su ya recurrente fobia a la internet dentro de la isla, pero sobre todo, al asentamiento de los mitos con buenos y villanos, en los que siempre ellos – los representantes de un sistema que ha deshecho en menudos pedazos a nuestra patria – siempre se autodefinen como atacados y víctimas de un imperialismo que no cede ante la necesidad de destruir a su magnánima revolución.
Comentar sus argumentos podría llevar cientos de páginas, compaero. Baste la coincidencia con la estrategia egipcia de escenificar con agentes lo que el pueblo ya no tiene ganas de secundar. Quizás Mubarak lo aprendió de nuestras célebres Brigadas de Respuesta Rápida, pero de cualquier manera, si aparecen bloggeros “mercenarios”, aquí están los bloggeros “revolucionarios”, para repeler al enemigo en este nuevo terreno bélico, compaero. Los que se niegan a seguir la propaganda del Granma son, inevitablemente, asalariados, financiados por todas esas fundaciones citadas en la conferencia, y que forzosamente tienen que ser ramificaciones de la CIA. No se detiene el joven ciberesbirro en la posibilidad de que a miles de los que hoy llevamos páginas contestatarias nadie nos pague un centavo, o en disimular la participación directa del gobierno en el patrocinio a los supuestos bloggeros fieles. Lo importante, compaero, es que esto es una guerra.
Más allá de las estrategias de impostación – en este caso la impostación de una masa popular que no tiene acceso a las redes, poniendo en su lugar a un grupo de servidores oficiales que la obtienen a cambio de su cooperación – queda al descubierto el verdadero espíritu del desarrollo informático cubano para un futuro inmediato. Es decir, internet no es un avance de la era moderna que facilita las comunicaciones y la información sino que, y acaso por sus mismas características, compaero, es un vehículo de desestabilización para el gobierno cubano, compaero. Un servidor satelital gratuito, con acceso libre y sin control gubernamental a internet, para ellos es lo mismo que una planta espía que recibe o trasmite instrucciones y secretos de estado.
Si alguien se ilusionó con el cable de fibra óptica que en estos momentos se tiende entre Venezuela y Cuba, y creyó que significaría un paso adelante en la apertura cibernética para el ciudadano común, al disfrutar de esta videoconferencia quizás entienda que los gobernantes y gendarmes cubanos no tienen la menor intención de diseminar la libertad de la red entre la gente. Por el contrario, compaero, se entrenan para cerrar más el cerco, controlar lo mejor posible el acceso a la información – partamos de la simple regla de que, para ellos, toda opinión que no sea la emitida por su prensa oficial es falsa y mercenaria – y para seguir fabricando, como Mubarak hizo con sus “farmacéuticos” a caballo en la plaza de El Cairo, a sus “bloggeros revolucionarios”, compaero, aquellos que tendrán la misión de poner la cara y las palabras en lugar de un pueblo cubano que, en su gran mayoría, ni siquiera ha tocado una computadora en toda su vida.
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El vídeo dura casi una hora. Si tiene buen estómago, inténtelo.
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