Cuesta trabajo creer que alguien en sus cabales, haya escrito el día de ayer algo como esto: “Luego del discurso pronunciado por el presidente Muammar Al-Gaddafi, las calles de Libia viven este miércoles un día de calma, después de nueve días de revueltas populares. Manifestantes pro-Gaddafi salieron a la Plaza Verde de Trípoli a respaldar su Gobierno”… Al parecer el enviado de Telesur, que es la fuente directa de este alucinante artículo de Cubadebate, estaba en un país diferente al que vemos desde hace días en todos los noticieros, o quizás andaba tan borracho, con sus amiguitos del gobierno libio, que no se enteró de que el país está viviendo una guerra civil atroz, que los opositores al demente Gadafi están siendo masacrados por las fuerzas represoras, y que Gadafi personalmente ha jurado bañar en sangre al país antes que renunciar como lo hizo Mubarak en Egipto.
La atmósfera relajada y favorable al dictador Muamar el Gadafi que ha fabricado Cubadebate a partir de la misteriosa versión de Jordán Rodríguez, el enviado de Telesur, contrasta con el huracán de noticias que llegan a nuestros medios por todas partes, desde cadenas y agencias con cualquier tendencia o filiación política. La verdad atraviesa todas las fronteras, excepto (como siempre) las fronteras cubanas. Todo el mundo está al tanto de que el ejército libio tiene orden de disparar a matar a quien se atraviese en medio, en tanto los cubanos reciben informaciones tan oscuras como esta: (…) “las personas que militan en las filas de la oposición trataron de tomar bases militares, lo que provocó la reacción de los efectivos dejando entre 300 y 400 personas fallecidas”.
Pero nada se compara con el análisis extra planetario del comandante Castro, el cual, en su más reciente reflexión persiste en sacar las castañas del fuego a su querido amigo Gadafi, restando importancia, por diabólica omisión, a la responsabilidad de este en los “lamentables sucesos de Libia”, y como siempre, desviando la atención hacia la siempre recurrente culpa del imperialismo norteamericano, a los muertos de Irak y a cualquier cosa que no sea el lúgubre delirio de Muamar el Gadafi.
Quizás ni el propio dictador libio tenga una idea clara de la gran amistad que hacia él siente nuestro comandante en jefe. Una amistad que sobrevive a la democracia, a la razón humana y a la decencia más elemental. Un verdadero ejemplo de amistad.
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¿De dónde salió la información para Cubadebate de una Libia pacífica?
Salió de Telesur... ¿Y de quién es Telesur?... Ahhh, pillín.
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2 comentarios:
QUE MANEJO DE LA IRONIA MI HERMANO!!!
MUY BIEN; COMO SIEMPRE!.
Un abrazón!.
AmaceO
el diablos los junta.......
El insulto aun me dura, no puedo creer con la tranquilidad que manipulan y esconden la realidad al pueblo cubano,esto parece una pelicula
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