El recuerdo de una ciudad siempre se tiñe con colores imaginarios, que son los colores de la alegría y la tristeza que alguna vez vivimos en sus calles, de sus disparates, armonías, del error y la gloria. Andar La Habana de la memoria tiene el riesgo de fabricar nuevas Habanas, mejores, peores, diferentes.
La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura. - José Martí.
Dice la letra de una canción de Ramón Cabrera, cantada por el Benny Moré:
Marianao, que bonito eres Tus lindas mujeres Que dan el encanto de mar Del Wajay hasta El Almendares Tus bellos lugares Que jamas podré olvidar.
Ni Cabrera ni el Benny podían imaginar que alguna vez Marianao no estaría más entre El Wajay y El Almendares. De hecho, la parte más conocida mundialmente del viejo municipio, esa que todavía hay quien llama "la playa de Marianao" - donde Marlon Brando tocó la tumbadora de Chano Pozo - desde el año 1976 pertenece a un municipio diferente, el revolucionario municipio Playa. Buenavista, la cuna del celebérrimo Buena Vista Social Club, también se quedó fuera en el nuevo bloque municipal, como La Lisa, Colhy, Miramar, Tropicana, Cubanacán, el Acuario, La Tropical con su colindante estadio Pedro Marrero y el Parque Almendares. Como nací en el año 67, pasé mi primera década viviendo y correteando por Marianao, hasta que un día - justo el día de mi cumpleaños - amanecí en Playa. Pero como las raíces son las raíces, pocos años más tarde, con apenas 16, mi familia permutó para la zona que, aún hoy, persiste en llamarse Marianao.
En Marianao La vida se ve Se ve de color de rosa Y cada vez que miras tu ves Una mujer hermosa.
Ni tan color de rosa, por cierto, pero al menos quedan el Obelisco, la Liga contra la Ceguera, San Alejandro y el Anfiteatro para defender la tradición marianense.
Premio Blog Creado en Libertad, entregado por Opinión Cubana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario