sábado, julio 24, 2010

Vaticinios para el discurso trascendental del 26 de julio.

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-. Se anunciarán medidas de apertura económica, algunas privatizaciones leves o cooperativas, pero siempre con la garantía de salvaguardar al socialismo, y que los enemigos de la revolución no se hagan ilusiones, que este proceso es irreversible.

-. Raúl Castro no volverá a mencionar que todos los cubanos tendrán un vaso de leche diario, no sólo los niños menores de siete años.


-. Fidel Castro estará sentado junto a Chávez. A su espalda estarán los enfermeros, médico de cabecera y psiquiatra, disfrazados de delegados.


-. Se criticará a la injerencia internacional en los asuntos internos de Cuba.


-. Se hará injerencia en los asuntos internos de Colombia, con críticas a las calumnias de que Venezuela acoge a los guerrilleros colombianos y se aplaudirá la ruptura de relaciones entre Caracas y Bogotá.


-. La televisión hará muchas tomas a la estatua del Che, en la plaza de Santa Clara y también a los carteles antimperialistas repartidos al pueblo, hechos en la imprenta del partido provincial.


-. Se acusará al imperialismo por financiar la guerra mediática y a los mercenarios que intentan desestabilizar a la revolución.


-. Se anunciará una vez más que se nos viene encima una guerra nuclear.


- No se mencionará ni media palabra de los presos políticos, el destierro a España o las amenazas, golpizas y nuevos encarcelamientos a disidentes.


Para esta adivinación no hace falta pulpo, bola de cristal o reflexión del compañero Fidel. Basta con haber vivido unos cuantos años en la aldea privada de los hermanos Castro.



De la intención a la farsa.


Han prometido que, en un plazo de hasta cuatro meses, todos los presos políticos saldrán de la cárcel. Hasta ahí todo bien. Cualquier persona de buena fe pensaría que se avecina una Cuba sin represión ni encarcelamientos por pensar diferente, pero… ¿por qué entonces, mientras Moratinos se llena la boca con el supuesto éxito de su trámite humanitario, siguen metiendo tras las rejas, sin cargos ni pudor, a los que tratan de llegar hasta la Asamblea Nacional para entregar las 52 000 firmas de la campaña Yo acuso al gobierno cubano? ¿Por qué la medida de encerrar a muchos disidentes hasta tanto haya pasado la celebración por el 26 de julio? ¿Por qué la medida de advertir a otros tantos, que no salgan de sus casas, o amenazan y golpean a los que van a conmemorar en el cementerio de Banes, la muerte, hace ya cinco meses, de Orlando Zapata Tamayo?


Para las turbas agresoras que el gobierno maneja, siempre es 26.

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2 comentarios:

Margarita Garcia Alonso dijo...

Y creo que te vas a quedar chiquito, cariño,

mira esto... creo que lo dira el viejo vestido de aguacate oscuro.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Fidel/Castro/reaparece/camisa/militar/elpepuint/20100725elpepuint_1/Tes
saludos

Rodrigo Kuang dijo...

Tienes razón, siempre nos vamos a quedar chiquitos con la realidad cruda y nunca lo suficientemente loca de nuestra patria actual.