viernes, julio 30, 2010

Talibanes y trolls, la sexta columna.

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Cuando las páginas web y las redes sociales hicieron posible que emergiese a la luz pública el pensamiento nacional alternativo, ese que dentro de la isla carece de espacio para manifestarse, consiguiendo que el gobierno cubano se diera de bruces contra el único medio de difusión que no ha podido controlar, de inmediato aparecieron las páginas oficialistas renovadas, los blogs talibanes y los trolls por asignación.


A la proliferación de páginas y bloggeros libres – en tal cantidad y con tal espontaneidad que a los dictadores se les hace cada vez más difícil mantener el mito de la manutención imperialista – se ha instrumentado un escuadrón, no muy numeroso pero sí venerado por muchos sectores “progre” del embrollado universo izquierdista moderno, integrado por intelectuales de medio pelo que, a cambio de ciertas bondades personales, se prestaron para dar continuidad a los editoriales del Granma, o en el mejor de los casos, ofrecer tímidos conceptos aperturistas, como para crear la ilusión de que en Cuba es posible el debate con ideas oponibles.


A los más conocidos redactores de la complacencia, esos que no en balde quedaron relegados en el terreno de la literatura o el periodismo real, y que, aún con la ya tradicional mediocridad son capaces de redactar sin errores ortográficos, acaso polemizar sin recurrir demasiado al ataque personal, se unen, como soldados de retaguardia, otros muchos trolls, bastante menos capacitados para el ejercicio de la escritura, y que, quizás por esa misma razón, las autoridades destinaron al sucio trabajo de penetrar los foros públicos en la zona libre, y como espías desfachatados, jugar a ser ciudadanos cubanos que se expresan a favor de su gobierno, empleando los mismos argumentos que la prensa oficial, o bien insultando, agrediendo, difamando con palabrotas inverosímiles a aquello con lo que no parecen concordar.


Los del trabajo sucio – entre ellos el troll nombrado Van Van, que está asignado diariamente al blog de Claudia Cadelo, Octavo Cerco - tienen más libertades expresivas, como es obvio. Otros multiplican sus personalidades con seudónimos, desde los contados accesos estatales a la red o desde la Universidad de Ciencias Informáticas (de estos muchachones de la UCI, algunos han alternado el rol de comentaristas guevarianos con la renta clandestina de cuentas en moneda dura), y los terceros, enclavados en el extranjero, sirviendo al gobierno en sedes diplomáticas o negocios socialistas de nuestro capitalismo de estado. Muy pocos cometen la insensatez de mostrar su nombre real, como en el caso del troll Humberto Herrera Carlés (asignado a Cubaencuentro-Diario de Cuba), al cual la vanidad lo llevó a exponerse públicamente. Herrera Carlés habla en nombre del vapuleado proletariado cubano desde su cómoda posición en México, habiendo sido gerente de hoteles en La Habana desde comienzos de la crisis.


Pero de todos, el caso más curioso es el de Varela. El más original de los bloggeros pro castristas, reside en el corazón del exilio, en La Florida, y desde allí fustiga lo mismo a la oposición global que a la parte más obsoleta de la política miamense. Varela tiene el talento para el humor que no tienen, por ejemplo, Lagarde y Ubieta, y lo usa desde una postura de ambigua libertad de expresión, ambigua por expresarse aparentemente desde un plano emancipado, pero donde nunca aparecen las críticas a la dictadura. El uso parasimpático de argumentos razonables, de chucho hedonista a las debilidades más recurrentes de la oposición, no descarta la sospecha de que Varela sea agente de la seguridad, infiltrado como tantos otros, aunque con mejor suerte o fachada. Ello pudiera sostenerse en su formación de viejo karateka. Una buena parte de los cinturones negros de la Federación Cubana de Karate-do y artes marciales afines, fueron reclutados desde tiempos inmemoriales, sin mucho misterio, por los órganos de la seguridad cubana para uso de capacitación o empleo de fuerza directa contra elementos hostiles.


Hoy día la red es un campo heterogéneo donde, en lo tocante a nuestra realidad sociopolítica, los extremos parecen seguir determinando quiénes somos ante la opinión pública. Esta condición está dada, más que nada, por el desequilibrio de los bandos en pugna. Adentro, unos pocos controlan el flujo de la información y el asentamiento de las “verdades”, afuera, la mayoría libre carece de potestad para influir materialmente en el devenir político de la nación. De ahí que, para el gobierno cubano, la creación y alimentación de talibanes y trolls constituya un mecanismo indispensable para tratar de crear equivalencias en esta correlación de fuerzas virtuales. Ellos forman además una sexta columna para repeler, desde el espacio informático, a la quinta columna que ya formaron los bloggeros y periodistas independientes en el interior de la república.


En algo tienen razón: estamos en una guerra mediática. Y como se saben en desventaja numérica, recurren a lo que mejor conocen: la guerra de guerrillas, las emboscadas, las trampas, el tiroteo y escóndete en la manigua. Para eso los trolls y talibanes se pintan solos.


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Un día cualquiera del troll Van Van en los comentarios del blog Octavo Cerco.

Advertencia: Contiene lenguaje de adultos muy muy mal educados.

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Foto en un grupo de participación libre en facebook, llamado "A que consigo 1 millón

que odian a los gusanos de Miami". El cubano medio no tiene acceso redes sociales en internet, pero los trolls sí.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente,hacia falta un artículo asi hace rato en la red.creo que la lista de titeres ciberneticos es larga.por no decir en otros medios:
carlos otero
alexis valdez
aruca
edmundo (el inmundo)garcia
y aunque no lo creas, si tienes dudas revisa su pagina en internet:EL DUQUE HERNANDEZ otro perro al servicio del castrismo ,que buena parte de lo que bien ganó lo envió al anciano dictador.de hecho lo obligan a seguir jugando cuando no lo necesita por la crisis que tiene el castrismo.

Raquel dijo...

De acuerdo, muy buen post. Pero yo creo que el tal van van es más de enfermedad que de castrismo, y de todas maneras su lenguaje lo único que hace es quitar meritos a los comunistas. Es un asco, un modelo vivo del hombre nuevo.
El dibujito de Ubieta, un primor.

Anónimo dijo...

repulsivo lo de esos hijos de mala madre que se burlan de un difunto, fascistas dios los va a castigar.

Anónimo dijo...

Es un Post excelente y muy esclarecedor, debía ser publicado en otras páginas y leído por mucha gente.

La Avellaneda

Robe dijo...

Certero y con el dedo exactamente sobre la llaga.El Varela hace lo que hace gracias a la libertad democratica que el mismo reniega al defender a los lideres sinietros de cuba.Este post nos hacia falta a todos.Gracias.
Robe

Anónimo dijo...

ofrece cuba canje de los cinco por el norteamericano alan gross a traves de espia de la seguridad cubana (juan o tamayo) disfrazado de periodista en el nuevo herald:
read more:
http://www.elnuevoherald.com/2010/07/28/773808/castro-vaticina-liberacion-de.html

Rafael Pinto. dijo...

Me gusta mucho ver cuánto coincidimos en la mirada. Le das actualidad y contexto a esto que escribí hace algunos años.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=4063