domingo, julio 04, 2010

Susana Pérez: La posibilidad de elegir.

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En mi memoria guardo pocos actores o actrices de Cuba que ejercieran con la seriedad de Susana Pérez. Es fácil recordarla repasando la letra con fruición, antes de empezar a grabar algún programa, revisando cada matiz de la voz, cada sentido subyacente en el texto, con la precisión de un acróbata o un relojero. Si hubiese sido ella una actriz común, habría descansado en su belleza, en el hechizo perverso de su mirada para la conquista fácil de cualquier auditorio, pero Susana no se conformó con la armoniosa linealidad de la dulce damita de algún folletín, sino que, por suerte para nosotros, evolucionó hasta caracterizaciones tan complejas como la María Callas del teleteatro Clase Magistral, o la alocada Verónica Toledo, de la serie El Balcón de los Helechos. Ni qué decir de sus personajes teatrales, de sus disertaciones para teatro de cámara con Pareja abierta o Tengamos el sexo en paz… Susana Pérez ha sido, y es, una artista cubana que se ha ganado el respeto de su gente a base de esfuerzo, talento y oficio.

Por ello el acto de entrevistarla, aún cuando exista amistad de por medio, es un compromiso muy especial, una responsabilidad para con la escena cubana que no se puede tomar a la ligera. Susana ya es un ícono de nuestra cultura, y no podía sino estar de acuerdo con ella cuando me advirtió: “Me gustaría que fueras más allá de las entrevistas que últimamente me hacen, y que no dejan de hablarme de Charito y Sol de Batey…”


“No hay problema”, le dije, y acaso ya estaba pensando meterla en camisa de once varas, incitándola a departir sobre su nuevo oficio, el de artista emigrante en un horizonte muy diferente al de nuestra querida Cuba surrealista.


CARA A CARA CON ESTATUNIÑA.


- En un plano personal ¿qué diferencias substanciales hay entre la Susana de antes de emigrar y la Susana de hoy?


- Mira, en esencia yo no he cambiado en nada, pero necesariamente, cuando te vas a vivir a otro lugar, no queda más remedio que hacer cambios, pasar por un proceso de adaptación. Yo en eso siempre he tenido mucha facilidad, quizás sea un defecto, pero al poco tiempo de estar en una realidad diferente a la habitual, ya me siento como en mi casa. Además, le noté una característica a Miami: me encontraba a tantos cubanos, que durante mucho tiempo tenía la sensación de que no me había movido de Cuba, sino que estaba, quizás, en otra provincia. No por gusto los miamenses dicen que Miami es la provincia más al norte de Cuba…


Aquí se ríe, encantadora y chispeante como aquel personaje, Verónica, de “El Balcón de los Helechos”, después de un “¡Ay, estetuniño, no te me acomplejes!”…


- …Cuando entras a cualquier canal de televisión es como si fuera una extensión de la nuestra, porque has trabajado con esos técnicos durante años y sólo es un reencuentro. Por eso tantos cubanos que han emigrado - me refiero a los mayores - no hablan inglés, porque en realidad no lo necesitan… Pero tratando de concretar, creo que la esencia de mi persona no ha cambiado en absoluto.


- ¿Varió tu visión sociopolítica acerca de la realidad cubana?


- Si, completamente. Y lo curioso no es que haya cambiado por lo que he conocido aquí, que es un exilio muy variado…

- Variado y a menudo antagónico ¿no?


- Sin duda. Por un lado los mas antiguos, o el exilio histórico que son, digamos, los más radicales, los que no le reconocen a Cuba, a todo lo que ha ocurrido allá, ni un solo mérito, lo cual no deja de ser comprensible, porque se tuvieron que ir de su país, del que te hablan como si ese hecho hubiese ocurrido ayer, y la Cuba que tienen en la mente y en el corazón es la de la los años sesenta. Tampoco Miami era entonces lo que es ahora, ni ellos se encontraron con las ventajas que se encuentran los que llegamos más recientemente; tuvieron que luchar muy duro para lograr lo que han logrado, así que guardan, para mi gusto, demasiado odio. A ese exilio lo comprendo, pero no comparto sus sentimientos. Por otro lado, luego del primer éxodo, la emigración ha crecido poco a poco, en bandadas como el Mariel, cuando llegó todo tipo de gente, buena, mala, regular, y luego, pues, a buchitos, por reclamaciones, en balsas, por invitación, “quedándose”, cruzando la frontera… Todo esto trae como consecuencia que cada grupo piense diferente y que cada individuo reaccione de acuerdo a su experiencia en Cuba….


Por un momento queda pensativa, analítica, y no puedo evitar recordarla en aquella época en que dirigía dramatizados en la televisión y, como siempre, se esforzaba al máximo en no quedarse por las ramas.


- …Pero a lo que me preguntaste, te decía que sí, que mi visión sociopolítica ha variado, pero más por la posibilidad de conocer y admirar una disidencia dentro de nuestro país, a la que admiro por su mesura, su educación (proporcionada, en la mayoría de los casos, por los mismos de los que disienten ahora, mira tú que curioso), y por su valentía y capacidad de comprensión respecto a los problemas de Cuba. Eso es algo que lamento no haber descubierto allá, en nuestro país.


- De haberlo hecho, ¿te habrías manifestado a favor de la disidencia, de alguna manera?


- Haberlo descubierto me habría dado la opción de sumarme, o no, pero lo importante es la posibilidad de elegir, que la mayoría de los cubanos no la tiene, y eso es algo que ese exilio histórico del que te hablé no comprende… Creo que me estoy extendiendo demasiado en este tema, pero definitivamente sí ha cambiado mi visión, y me la han hecho cambiar los cubanos de Cuba que en algunos casos (y no es un eufemismo) eran mis vecinos y yo no sabia cómo pensaban.


- Al momento en que decidiste emigrar, ya había disminuido en Cuba la manía de borrar de la historia a los artistas “desertores”, y aún es posible verte allá, cuando se retransmite alguno de tus tantos trabajos audiovisuales. ¿Te parece que actores como tú o Reynaldo Miravalles han corrido mejor suerte que Celia Cruz, Sandoval o deportistas como el Duque Hernández, a la hora de ser suprimidos de la cultura nacional?


- Pienso que la política cultural de Cuba es como los designios de Dios, inescrutable, y a veces sorpresiva. No soy una especialista en política, pero eso puede estar pasando por muchas razones: porque la poca producción de televisión y cine los obligue a no perder materiales valiosos que, en definitiva, forman parte de la cultura; o porque haya un sentimiento oculto en los actuales dirigentes culturales, acerca de que ese es un proceso que, como todo ciclo vital, algún día tendrá que terminar, y estén, por un brote real de “patriotismo cultural”, preservando el patrimonio nacional, o bien porque esperan dar una falsa imagen de “apertura” o democracia que en realidad no existe... Ya te digo, no lo sé, pero ¿quieres más doble moral que el hecho de que a Celia Cruz la ponían - o la ponen - en los lugares turísticos donde también iban - o van - los cubanos, mientras en la radio o la TV mencionarla era firmar tu sentencia de muerte (laboral por supuesto, no física)?…En fin como te dije, inescrutable.


- Aún cuando la vida callejera de Miami tiene tanto que ver con el pulso de la idiosincrasia cubana, sus principios de funcionamiento son diametralmente opuestos. ¿Eso afecta o beneficia a un artista recién emigrado como tú?


- Bueno, a mí me afecta, porque independientemente de que Miami, como te dije, esta lleno de cubanos, la programación de TV para los latinos tiene su énfasis en los mexicanos, por una razón simple: en Estados Unidos hay un mercado de más de 23 millones de mexicanos contra un millón y pico de cubanos, y no sé las cifras exactas del resto de los países latinos, además de que, al no tener una producción que se comercialice de nuestro país, me obliga, a los 40 años de trabajo, a luchar otra vez un lugar que ya tenia ganado. Aparte de que, como sabes, en Cuba todo es subvencionado por el gobierno y aquí no, y eso hace que la lucha sea más difícil.


- Cuéntame algo de tus más recientes experiencias en el teatro o el audiovisual, y sobre las personas o instituciones que han llegado para producir o colaborar con tus nuevos proyectos.


- En el teatro, desde que llegué, comencé a trabajar produciendo con mi amigo, manager y productor Jorge Lorenzo y creando el grupo Teatro Cómplice. Además he trabajado en otras producciones que no han sido nuestras y también hemos invitado a otros actores a participar con nosotros, como es el caso del actor mexicano Gabriel Porras. También el año pasado, con Venevisión Productions, grabé una telenovela, Pecadora, que se está trasmitiendo en estos momentos por Univisión, y en México también, aunque no estoy segura por cuál canal…


- Por el canal 28 de televisión abierta, tengo entendido.

- Ese… Y bueno, se ha trasmitido en varios países de América Latina con mucho éxito.

- Al parecer tu vertiente teatral no ha disminuido su impulso, una vez radicada en los Estados Unidos. ¿Crees que las posibilidades en las salas teatrales son, en este momento, más generosas para ti que en la televisión o el cine?

- Mira, es que el teatro es una empresa en la que tú te metes a riesgo propio y a veces por simple disfrute artístico, aunque económicamente no te reporte mucho, pero en la televisión siempre dependes de que te elijan, de que te guste el personaje, de acuerdos contractuales, etc., y además, Miami es una ciudad donde la producción de audiovisuales no se corresponde con la población de actores y actrices.

- Teniendo en cuenta la posibilidad de que muy pronto pases por Sonora, para beneplácito de la nutrida comunidad cubana de este estado y también de los norteños nacionales, que de seguro van a quedar encantados con tu trabajo… ¿conoces México? ¿Qué motivaciones tendrías para presentarte, por ejemplo, ante un espectador como el de Hermosillo?


- No conozco México, y me hace mucha ilusión conocerlo pues sé que es un país hermoso y amado por sus nacionales, y la motivación, pues, es la de romper un poco, con el arte, esa barrera de desconocimiento de unos a otros que nos imponen las fronteras, las leyes y el aislamiento.


- Estas quimeras siempre las suelto cuando se trata de habaneros en la diáspora… ¿Qué es lo que más extrañas de La Habana, y qué cosa no querrías volver a ver allí, en tu ciudad natal?

- Lo que extraño, aparte de la poquita familia que me queda allá, es el malecón, viniendo desde La Habana Vieja hacia Miramar, esa diadema de luces apretando al mar para que no posea a la ciudad, esa imagen que siempre, en los peores momentos, me reconciliaba con lo mejor de mí. Y lo que no deseo volver a ver en mi país… es a alguien mirando hacia todos lados para emitir un criterio o una opinión.



OVACIÓN A LA CALLAS.


Hubiese querido darle un abrazo de despedida a Susana Pérez, un abrazo que llevase el calor de todos los cubanos que vivimos en México, pero hay cosas que por internet aún no pueden hacerse, así que me despido con el protocolo convencional del Messenger, ella me deja una última línea: “Te dejo, que tengo los frijoles a la candela”... Yo suelto una carcajada y vuelvo a ver a aquella María Callas ovacionada por una pista de sonido, en un Metropolitan Opera House de ficción, luego de doblar, como ni la propia diva original lo hubiese hecho, una bravísima aria de Puccini.


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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente entrevista! Y muy coherente e inteligente reflexión sobre nuestras “cubanidades” del exilio. Susana Pérez es una gran actriz y una mujer de intelecto, reflexionar ponderadamente es una prueba irrefutable de entendimiento meridiano.
Mi memoria se remonta a mi infancia y a la primera vez que la vi actuar, el personaje: la gitana Cruz, si mal no recuerdo fue a finales de los 70!!!
Pero no se puede evitar que público recuerde invariablemente a La Charito, un personaje interpretado magistralmente. Susana Pérez y Verónica Lynn dieron escenas memorables para la historia de la TV Cubana.
Por cierto Wichy, en mis tiempos del ICRT esa memoria histórica de los teleteatros sufrieron lo inimaginable, muchos se tuvieron que borrar porque no teníamos casetes nuevos para grabar!! te imaginas? Nada, las cosas del terruño que nos han dilacerado el hígado.
TENCHY

Anónimo dijo...

Muy buena entrevista, con mucha honestidad por ambas partes.
Susana Pérez es la novia de todos los cubanos, y siempre me ha parecido muy natural y nada egocéntrica. Los cubanos la queremos mucho.
S.

cubano de Colombia dijo...

es una mujer muy valiente ademas de bella y talentosa, le deseo que llegue tan lejos afuera como llego dentro de Cuba

Raquel dijo...

La mejor, sin discusión, y también la más querida. Me consta que en Cuba siguen al tanto de sus cosas, porque estuve allá no hace tanto y sé que su entrevista con Carlos Otero en Miami se pasó de mano en mano, clandestinamente. Nadie la criticó por haberse ido, aunque la extrañen. Ya volverá cuando en Cuba se pueda vivir otra vez humanamente, y como dice ella, sin tener que mirar para los lados cuando se dice alguna opinión.

Pepe Rojas dijo...

Esa es la Susana que todos queremos, la genial y sencilla Susana Perez.
Ella y Miravalles son los más grandes exponentes de la escena cubana de los últimos años, ambos se exiliaron y eso dice mucho de lo que está haciendo el gobierno con nuestras más grande estrellas del arte.
Pero cuando ya no se hable más de los castro, todavía se hablará de Melesio y Charito.
Muchas bendiciones para ambos, mucha salud y muchos exitos.

Anónimo dijo...

la mujer mas bella de Cuba, la novia de los cubanos, tremenda artista y tremenda persona, que dios la bendiga

Yamil Cuellar dijo...

Muy buena entrevista. Wicho aquí tienes maravillas, espero pasar más a menudo. Vi tu blog gracias a Camilo V. La querida Susana está muy clara del asunto, respuestas muy a tono y con una visión realista. Ha sido para mí su entrevista más abierta y que expone la persona que es. gracias.