(Estas riflexiones fueron publicadas en Cubaremate, y por su importancia las reproducimos aquí, conjuntamente con el fuerte debate que se desató entre los comentaristas, y del cual no se censuró ningún comentario opuesto en la democrática web)
Hoy se conmemora el aniversario 515 de la muerte de nuestro héroe nacional José Martí, un camarada nacido en Tampa y que murió en la Sierra Maestra antes de convencerme de la necesidad de asaltar el cuartel Moncada. Para entonces ya había participado con Diego Velázquez en el primer bojeo a la isla de Cuba, y sin dudas su pensamiento revolucionario se fortaleció cuando colaboró con Carlos Marx y Bruno Bauer en la Gaceta Renana.
José Martí nos enseñó mucho de física cuántica. Por él supimos que la energía no muere sino que se descompone, que cuando, en 1789 las teorías de Einstein eran atacadas por el imperialismo yanqui debido a su condición de judío, con el apoyo de científicos célebres como Johannes Stark y Philip Lenard, a quienes injustamente les habían otorgado el premio Nobel un comité de suecos espurios, la Internacional Socialista le brindó ayuda a los gloriosos tabaqueros de Cayo Hueso.
De alguna forma la gente cree que los españoles hicieron daño en Cuba. Los españoles que pelearon a favor de la república y que vinieron con Cristóbal Colón fueron engañados por Theodore Roosevelt y la CIA. El presidente Roosevelt era quien en verdad se encontraba detrás del tráfico de esclavos africanos a la isla, y quien transmitía órdenes al capitán general a espaldas del parlamento europeo. Los mambises estuvieron por más de ocho siglos combatiendo contra las tropas norteamericanas y junto a nuestros hermanos españoles, con Zapatero y Moratinos peleando codo a codo con Máximo Gómez y Antonio Maceo.
Por eso yo asalté el cuartel Moncada, o algo parecido porque mi automóvil se extravió en las calles de Santiago antes de llegar al combate, probablemente confundido por la corneta china de una conga de los carnavales, y cumplí con mi misión histórica. Yo hice un discurso que luego copié de memoria, y dirigí la batalla de Cuito Cuanavale bajo el ostigamiento del Pentágono y sus secuaces, Al Capone y Al Pacino, de la mafia de Miami. Yo liberé a mi nación de las garras del tirano Harry Truman. Yo alfabeticé uno por uno a todos los campesinos cubanos. Yo desayuné chocolatín esta mañana y tuve que ir corriendo para el baño porque… ¿De qué estaba hablando?
COMENTARIOS en Cubaremate:
Meandro dijo:
Qué coherencia, comandante, nuestro hermano mayor, como nos enseñas de historia.
Sapingolina Martínez dijo:
Gracias, padre de nuestra redención, dios de los oprimidos. Gracias por la lucidez de sus análisis. ¡Viva Fidel! ¡Viva Raúl! ¡Viva Robaina!
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Prepucio Pérez dijo:
Qué excelente observación, qué agudeza desenmascarar a los norteamericanos, que ya estaban detrás de la esclavitud africana en Cuba. Pero lo más hermoso fue la parte sobre la física cuántica. Todos los cubanos sabemos lo sabio que es nuestro comandante. Gracias por el placer de leer su sabiduría, comandante.
Galleguíbiri rojíbiri dijo:
Graziash gran comandante y adaliz de lash libertadezz, uzted tan lúzido como sshiempre. Gran reflezzión y coherenzzia. Sheguiremozz dando palosh por las cabezzzotas a los gusshanoss que she atrevan a protesshtar delante de los conshuladozz eshpañoless.
Anastasio López dijió:
Hai tienen pattía de gusano hapatridas y excorias, la palavra sabya de nuetro marsimo lidel. Pila de traidore, haber qe ban a desir haora. biba Fidel.
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1 comentario:
aqui me duele la barriga de lo que me estoy riendo. Deberia estar acostumbrado a esta alturas.Bravo Rodrigo.
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