- ¿Quién eres? ¿Y esa filmación tuya, quién tú eres? ¡Habla español, comemierda! No sabes lo que estás haciendo, estúpida… ¡Suéltame, suéltame maricona…! (GRRRR)
Ahí le mordieron la mano a Alexandra Joner. No fue una reyerta en un solar de La Habana, tampoco un iletrado policía reprimiendo bloggers o damas de blanco. Las palabrotas, amenazas y finalmente una mordida – al estilo de las broncas de escuela al campo – fueron obra de la cónsul cubana en Oslo.
Alejandra tomaba imágenes de la protesta pacífica frente al consulado el pasado 22 de mayo, cuando la compañera diplomática avanzó, decidida a confrontarla. Con el espíritu del Moncada insultó a la muchacha y con el espíritu de la chivatería procedió a retratarla. No se iba a quedar la mulatica sin su castigo cuando viniera a pedir visa. Alejandra le tapó el lente, y ahí fue donde la diplomacia cubana mostró sus mejores galas. La tradición revolucionaria iniciada con Raúl Roa, el canciller de la dignidad, tuvo su orgullosa saga con la señora cónsul mordiendo rabiosa en plena calle a una joven modelo, bailarina y actriz de 19 años.
Cónsul Dobermann en acción.
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La cónsul mordelona, Carmen Julia Guerra, además esposa del embajador
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La joven Alexandra Joner, noruega hija de madre cubana. Aquí, en
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Seguimiento del caso en Punt de Vista:
- Cónsul cubana en Oslo dice en televisión que Alexandra Joner la atacó
- Político noruego exige la expulsión de diplomáticos cubanos tras la mordida de mano
- A las puertas de la expulsión la diplomática castrista que mordió a una joven en Oslo
4 comentarios:
Que mas se puede esperar a estas alturas, y todavia tiene el descaro de afirmar que fue atacada por la muchacha.
Ahi va el futuro de nuestra diplomacia.
La vieja seguro se creyó que la mulata era una jinetera, y se embarcó. La chiquita es famosa y se le reviró Noruega completa. Se la van a aplicar.
Lo mismo si no fuera famosa, lo mismo si fuera una ex-jinetera, quién o qué le dá derecho a esta pseudo diplomática de morder a quien quiera que sea. Tengo verguenza ajena! Tenchy
de acuerdo, nada le da ese derecho, pero seguro la desagradable mujer no hubiese sido tan agresiva si se hubiese imaginado que la muchacha era noruega natural. Y la mordida, si se le mira bien, es lo de menos, lo mas criticable es la accion misma de cruzar la calle y agredir a la jovencita con groserías, como si fuera de la seguridad y estuviese en cuba, que ella ni estaba metida en la protesta.
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