Dice textual el artículo aparecido en Cubasí.cu: “El escritor franco-español Ignacio Ramonet, de visita en Cuba, condenó el bloqueo electrónico de Estados Unidos contra los cubanos, una situación que calificó de más criminal que la hostilidad económica, comercial y financiera de Washington contra La Habana desde hace medio siglo”.
Ramonet, director hasta el 2008 de Le Monde Diplomatique, y autor de Cien horas con Fidel, parece ser un entusiasta de la nueva era digital, y así lo ha dicho a los estudiantes de la Universidad de La Habana, mientras presentaba su libro La explosión de la comunicación y reclamaba que los jóvenes cubanos puedan tener el mismo acceso a internet que el resto del mundo.
No porque tenga dos doctorados honoris causa (uno en Santiago de Compostela y otro en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina), el señor Ramonet queda a merced del ridículo que genera la ignorancia, o quizás, la mala intención.
Me niego a creer que Ignacio Ramonet desconozca que los Estados Unidos llevan años tratando - desde la época de George W. Bush y con el objetivo político que sea - de incorporar a Cuba a la 2.0; me cuesta trabajo asimilar que no sepa cómo, en marzo del 2010, el gobierno de Obama eliminó muchas de las sanciones que impedían a compañías como Microsoft y Yahoo! ofrecer sus servicios en Cuba, Irán y Sudán. Es imposible que un señor con su nivel de información y entusiasmo por la globalización digital, no sepa que al gobierno norteamericano le interesa muchísimo que la gente en Cuba pueda acceder a Internet, sobre todo después de haber comprobado la efectividad de las redes sociales en la Primavera Árabe.
Pero lo más inconcebible de creer es que Ignacio Ramonet no entienda que el único bloqueo al desarrollo de Internet en Cuba lo ha puesto el propio gobierno cubano, que si esos jovencitos de la UH no pueden acceder a la prensa mundial es sólo porque a los Castro no les conviene aquello de que, según sus propias palabras de ayer: “todo el mundo tiene la capacidad de producir información …”, que permitir libre acceso de la red a un país adoctrinado pudiera ser fatal para la hegemonía ideológica de la dictadura, y que no es casualidad que ni se haya vuelto a mencionar el cable de fibra óptica que hace casi un año llegó a las costas cubanas, supuestamente para arreglar el déficit de banda ancha.
Me resisto a creer que Ignacio Ramonet sostenga, por despiste o inocencia, una tesis tan ridícula como esa de que en Cuba no hay internet por culpa de los americanos.
Semejante postura no tiene más lógica que la de aferrarse a la mustia leyenda de la infalibilidad verde olivo. A menos que su cerebro haya quedado irreversiblemente lastimado luego de pasar Cien horas con Fidel.
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1 comentario:
Digame el cable submarino de fibra optica de Venezuela a Cuba que supuestamente iba a resolver el problema del internet, hace un año que ese cable llego a Cuba y no se sabe que han hecho con eso.
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