Prensa Latina de inmediato aprovecha para promover el escándalo y da cuenta del suceso… sólo hasta donde debió explicar que los jugadores, llegados desde clubes diferentes, bien pudieron haber ingerido el Clembuterol con las carnes refrigeradas que consumieron, mientras estaban concentrados en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), y tampoco dice que esta sustancia es de uso común en la cría del ganado.
Este es un ejemplo didáctico de cómo se manipulan muchas de las noticias en la prensa cubana. En este caso, la agencia abastecedora por excelencia, Prensa Latina, acude al tópico de la corrupción en el deporte profesional, y hace sonar a este problema como un buen ejemplo de que el capitalismo sólo conduce a la decadencia. Contar que existe una posibilidad de que esos excelentes futbolistas no sean culpables de tal acusación, sería como quitar suspense a la noticia, con lo cual mermaría también el mensaje ideológico subliminal.
Nunca defenderán a Memo Ochoa como defendieron a Javier Sotomayor. Para Prensa Latina Sinha es ya culpable (y ni siquiera aclaran que pudiera demostrarse lo contrario), mientras que Sotomayor fue siempre inocente, con pruebas o no acerca de la supuesta manipulación de sus muestras.
Mientras nuestro equipo de fútbol es férreamente custodiado, sin acceso a la prensa, sin siquiera poder asomar la nariz a la calle, en la razonable estrategia de que no se vayan a repetir las fugas del año pasado, mientras son tratados como soldados, o como esclavos propiedad del gobierno cubano, a Prensa Latina se le hace la boca agua con el resultado del antidoping de los futbolistas mexicanos. Edita los párrafos de la conferencia de prensa donde Decio de María, secretario general de la Federación Mexicana de Fútbol, informa sobre la presunción de inocencia, y sólo reproduce la parte de la inhabilitación. Es decir, envía a los órganos de prensa cubanos sólo aquello que contribuya a acrecentar la mala imagen del exterior.
Así funciona.
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