jueves, diciembre 31, 2009

Tenemos que ponernos duros con Dios. Oración de fin de año.

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Señor, ante todo, perdónanos por exigirte a ti lo que no hemos sido capaces de obligar a hacer a los que te han sustituido en Cuba por medio siglo, pero llegó el momento de ponernos duros contigo también y hacer unas cuantas murumacas a ver si te acuerdas de que creaste una isla en el Caribe que luego abandonaste a su suerte.

Devuélvenos señor, la dignidad que perdimos. Haz que se detenga el eterno peregrinar de los cubanos por el mundo. Nosotros no somos el pueblo hebreo, no te hicimos nada malo, no nos castigues en cada aduana de aeropuerto, no nos hagas avergonzarnos más por llevar pasaporte cubano. Danos de una vez la tan cacareada reforma migratoria o, en su defecto, envíanos a alguien que nos parta el mar en dos.

Otorga a los políticos de Cuba la serenidad para entender que el único Dios verdadero es el Pueblo, que es tu voz, que no se debe adorar imágenes de falsos profetas, aunque tengan barbas y los coreen multitudes. Regala a los ministros el valor suficiente para no aplaudir automáticamente a los apóstatas, para cambiar todo lo que deba ser cambiado y que nuestra gente por fin tenga su litro de leche diario, su pan de cada día con grasita y el peso justo, su vino agrio en moneda nacional y los abundantes peces de su propio mar, que ya están multiplicados y sólo necesitamos que alguien nos los lleve hasta la mesa.

Danos internet y regrésanos el bistec. Que ningún fariseo nos maltrate o encarcele por decir lo que pensamos. Que no nos llamen más mercenarios por escribir nuestras verdades. Ayúdanos a conservar un sistema justo de salud y educación, pero permítenos poner franquicias, tiendecitas y comercios que acaben de una vez con el mercado negro y den felicidad los sábados en la tarde. Alumbra a los economistas para que liquiden la doble moneda y los salarios de un mes alcancen más allá de tres días.

Señor, danos la resignación por tantos años perdidos y entereza para enfrentar los años que se acercan. Ya sabemos que estás bastante ocupado con el Medio Oriente, pero tienes más responsabilidad con nosotros, que no somos musulmanes, aunque te mezclemos a cada rato con el panteón yoruba, y eso te encabrone.

Dios todopoderoso, tú que nos enseñaste a amar al prójimo como a nosotros mismos, danos este año la pequeña licencia de desearle la muerte sólo a uno de tus hijos. Ya sabes de quién te hablamos, lo que se sabe no se pregunta. No tiene que ser una muerte cruel ni dolorosa, conque se acabe de morir de una puñetera vez, así sea en la paz de su opulento hogar, es suficiente.

Cincuenta y un años ya es bastante, señor. Está bueno ya. Por favor, ponte para las cosas, padre nuestro que estás en los cielos.
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Amén.
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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poquito sacrílego, pero genial. Felicidades a todos los cubanos por el año nuevo.

Aguaya dijo...

Pongo comillas a lo de genial!
Feliz 2010, Rodrigo! Mis mejores deseos para el año que comienza!

Pepe Rojas dijo...

Eso no es sacrilegio, es la manera en que los cubanos vemos a Dios, con tremenda guara y sin tanta arrastradera, paganos como somos. ¡Brillante, Rodrigo, ese es el rezo que vale, ojalá nos escuche el altísimo y por fin este año sea el gran cambio que tanto esperamos! ¡Felicidades!

Rodrigo Kuang dijo...

Gracias, Aguaya, y también a los amigos que no conozco ni por facebook. Admito que hay un poquito de sacrilegio, un sacrilegio sano y bien intencionado, vaya, pero también es verdad que los cubanos tenemos una confiancita especial con Dios, quizás por eso mismo no ha cojido mucha lucha con nosotros últimamente. Eso debería cambiar, por eso hay que reclamarle con mayor vehemencia. ¿O no dicen en Cuba que siempre las orientaciones vienen de ARRIBA...?

jorge ignacio dijo...

Benedetti, difunto ya,debió escribir su Padre Nuestro en especial para nosotros. Como no lo hizo, el amigo Rodrigo no lo dejó pasar de largo. Un abrazo, hermano. Valiente texto e irónico. Felicidades para ti y tu familia.

alturas de belen dijo...

Aun pienso que la muerte no se le desea a nadie ni siquiera a un dictador alienante y totalistarista como el barbas.
Con su muerte fisica no nos libraremos de sus ideas, temo esas perduraran por algun tiempo. Ojala el senor se lo lleve todo incluso a los que escriben sus reflexiones .

Quintín Bandeja dijo...

No es pecado desearle la muerte a quien nos ha estado matando en vida, y al responsable de tantas muertes literales. Su fallecimiento puede ahorrarnos muchos otros en el estrecho de La Florida. Sería un regalo divino en este nuevo año. Que así sea.
Feliz 2010.

Anónimo dijo...

No se le desea una muerte violenta, sólo una muerte natural. Nadie lo va a asesinar, solo va a cumplir con su destino en la tierra y fallecer pacificamente.
Llevatelo viento de agua!!!!!!

Anónimo dijo...

Me uno a ustedes aún que no sea de Cuba. Me encantó tu oración R.K. y ojalá sea difundida por todas partes!! y es verdad que la muerte no se le desea a nadie, pero también cierto que no hay mal que por bien no venga, y en este caso...sin palabras!
Microbito

cubangerman dijo...

Desde mi punto de vista creo le seria dificil a cualquier cubano este donde este, no ver en esta oracion la realidad arrolladora y aplastante que mantiene la ilusión de ver nuetra nación libre de todas las impurezas ya mencionadas.
a veces pienso que si dios existe,este nos ha jugado una cabronada mas péro en fin por mi parte me apunto y digo tambien
Amen