Aquí en México llaman flojera a la ausencia de ganas, a la desidia, a la falta de motivación. Cuando algo da flojera es que no da ganas de entrarle. Justamente por eso, por la flojera, es que llevo tantos días sin entradas para el blog, pero no por una flojera en general, sino que todo lo relativo al congreso del partido comunista de Cuba me da flojera.
La situación de Cuba empieza a darme flojera, empieza a inocularme ganas de abandonar y dar por perdida toda esperanza, o a evadirme comentando el último episodio de Grey’s Anatomy que parecía un musical, con la doctora Torres cantando cual espíritu junto a su cuerpo comatoso, o quizás hablar del más reciente robot que mandaron a Marte, o darle un poco de chucho a López Dóriga por su entrevista a Anthony Hopkins, en Televisa, al perder este último el contacto con el traductor del audífono y tener que preguntar ¿Wai the rito?... Cualquier cosa parece mejor que seguir comentando la decadencia y caída de casi todo en el estado cubano.
Al menos por estos días, hacerlo me da flojera.
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1 comentario:
Ora pues mi querido amigo, no es malo tener flojera, el problema es cuando ésta persiste.
Mónica
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